- ¡La conciencia de
mi Hermana! - grito Hansel
- ¡Estoy al lado
tuyo! - exclama Gretel
Prosiguen su
camino, y avistan una casa de chocolate. Al acercarse se dan cuenta que adentro
vivía una vieja bruja.
- Hagámoslo - le
dice Hansel a su hermana
- Es muy arriesgado
- le responde
Pero no le hace
caso, toca el timbre y salen corriendo. Luego del pequeño chasco, y muy
hambrientos, regresan a la casa. Se abre la puerta y sale una vieja en silla de
ruedas eléctrica. Les ofrece comida, ya que los veía famélicos, pero era
demasiado tarde, Hansel estaba mordiendo una de las paredes. Menuda sorpresa se
llevo al darse cuenta de que eran de telgopor pintado. Con el enojo agarró una
silla de supuesto caramelo y tomando envión le revienta la silla en la espalda.
Aprovechando su estado de inconsciencia le pone el dedo en la nariz y le saca
una foto. Luego de esto, Gretel se pone el delantal, la corta en juliana y la
pone a cocinar. Ya terminado la comida, “freezan” las nalgas y la nariz para
recalentarlos al día siguiente.
Autores: Alejandro Marzano, Francisco Di Risio, Tomás Sesti y Juan Cruz Puricelli
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