Recorrimos muchas leyendas: indígenas, rurales, urbanas. Cuando nos empapamos de relatos fabulosos, nos lanzamos a la escritura. Fabián Nicolella de 4to. A del Instituto Gruta Nuestra Señora de Lourdes creó esta interesante historia sobre el origen del limonero.
La leyenda del limonero
Había una vez un jeque llamado Al Imón que hacía largas travesías por el desierto. Era una persona muy bondadosa, todas sus riquezas las destinaba a hacer crecer su ciudad. Quería mucho a su familia y a su camello Rajat.
Cierto día, Al Imón emprendió una travesía que requería muchísimo tiempo. El jeque fue saludado por toda la ciudad y partió. Sin embargo, cuando llegó a Medina (su destino) fue apresado por su parecido con un conocido ladrón. Al Imón trató por todos sus medios de explicar lo sucedido, pero no le creyeron.
Al Imón estuvo cinco años preso. A las 285 semanas de su encierro, logró escapar. Recuperó a Rajat y partió rumbo a su ciudad. Cuando llegó, encontró una ciudad devastada ya que había sido invadida. Como ofrenda el triste Al Imón plantó una cruz en el centro de la ciudad. Cuando fue a su palacio, observó que su bóveda estaba intacta. Al Imón enterró su fortuna en un parque y se dice que ahí creció un limonero que alimentado por la riqueza y el oro del jeque dio fruto al primer limón de la historia.
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