había una que otra vez...

Los cuentos que nos contaron contados como se nos canta.

domingo, 1 de julio de 2012

Otra vez Cenicienta




 Érase una vez, una dulce muchacha que vivía en un semi piso en recoleta. Luego de la trágica muerte de su padre (se atragantó con una espina de pescado) esta chica  quedó viviendo solamente con su madrastra y con sus hermanastras. Su nombre era Lali Cuadora, pero la apodaban Cenicienta.



Cenicienta era la encargada de realizar las tareas del lugar. Obviamente no lo hacía por gusto, sino porque su madrastra la amenazaba con cosas como darle de baja Internet, sacarle el blackberry o no dejarla ir a bailar. Una tarde como cualquier otra, Cenicienta ya había terminado de meter los platos en el lavavajillas, por lo que decidió prender la Notebook. Acto seguido abrió su cuenta de Facebook, y se llevó una gran sorpresa: tenía una notificación de un evento: la habían invitado al cumpleaños de 18 del chico más lindo del colegio. La fiesta era el sábado siguiente en Terrazas.



Estaba tan emocionada, solo le faltaban 4 días. De inmediato llamo a su mejor amiga para conversar de lo fabulosa que iba a ser la fiesta, y de la ropa que se iba a poner.



Los días pasaron y llegó el sábado. Cenicienta había estado todo el día limpiando para poder ir a la fiesta. Pero cuando estaba por salir de su pieza para ir, se dio cuenta de que la habían encerrado. Escuchó la risa de sus hermanastras, que decían “¿qué pasó Ceni?¿te encerraron? ahora nunca maá te vas a olvidar de invitarnos cuando haya una fiesta”



Y se fueron  riéndose. Cenicienta, en desesperación total, sacó todos sus vestidos del armario y los ató para formar una especie de soga. Y la ató a su cama para así salir por la ventana. Pero le quedó demasiado corta. ¡La estaban por ir a buscar y ella estaba encerrada!



Así que le mandó un mensaje de texto a su amiga contándole lo ocurrido. Su amiga le contestó que no se preocupara que pronto lo solucionaría.



Al instante apareció con un camión de bomberos, acercaron la escalera a la ventana y Cenicienta logró escapar.



A toda velocidad se dirigían a la fiesta, cuando de repente se pinchó una rueda. ¿Cómo iban a llegar? Faltaba poco para que cerraran las puertas y nadie más pudiera pasar… ¡estaban perdidas! Y Cenicienta perdería la oportunidad de su vida de hablar con su príncipe azul. Para que esto no ocurriera Cenicienta  pensó un plan y su amiga lo avaló… así que tomo su teléfono celular y publicó un estado en facebook. Un estado muy inesperado que sorprendería a todos…


Valeria Van der Ploeg, Yésica Hermida, Florencia González y Fernando Perrone

No hay comentarios:

Publicar un comentario